En un mundo donde la música se recicla más que el plástico, Erni Lu emerge como un mago, un Merlin de la melodía, que con su varita de sonidos latinos, transforma ‘Despídete con un beso’ en un hechizo neo-disco. No es cualquier truco de salón; es una obra maestra que nos hace bailar en la cuerda floja del tiempo.
“Me dio una cachetada”, dice Erni Lu, y no es para menos. La letra de Buddy Richard es un guantazo que despierta recuerdos, esos que duelen y reconfortan. Erni, con su salida de Lima y aterrizaje en la Gran Manzana, nos cuenta cómo la música fue su pañuelo, su consuelo en la turbulencia sentimental.
Imagínate el Lincoln Center, la cuna de la cultura, vibrando al ritmo de un clásico reimaginado. Erni Lu lo hizo posible, y la gente, esa masa crítica de melómanos, se volvió loca. Los músicos de la banda, testigos de la euforia, le instaron: “¡Grábala!” Y así, entre las paredes sagradas del estudio, con Jeanne Montalvo, su ingeniera y esposa, y los overdubs caseros, nació la versión que hoy nos ocupa.
Ramera Abraham, desde Londres, añadió su voz galardonada, tejiendo una red de armonías que elevan la canción a un plano celestial. Su talento, reconocido por el Music Producers Guild, es la guinda del pastel en esta producción que rompe esquemas.
Este single es un crisol de influencias, un cóctel de sonidos que nos lleva de un neo-disco al estilo de Jessie Ware o Jamiroquai, a los toques latinos que evocan a The Salsoul Orchestra o MFSB, y termina en un bolero que nos remonta a ‘Volverte a ver’ y ‘Zinfandel’, anteriores lanzamientos de Erni Lu.
¿Quién es Erni Lu y por qué es tan chévere?
Erni Lu no es un novato en la escena. Con años de residencia en Nueva York, ha dejado su huella en proyectos como Paracutá y ha sido la mano detrás de la guitarra en La Mecánica Popular. Su talento ha musicalizado películas y colaborado con artistas de la talla de Renee Goust y Audry Funk.
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